Cuando comenzamos con ilusión nuestros estudios de guitarra clásica, es muy común que las primeras semanas, nuestra desbordante energía nos lleve muy lejos y estemos tan motivados que trabajemos, toquemos la guitarra muchas horas todos los días, y la practica de los ejercicios y estudios sea un disfrute y una maravilla.
Una historia conocida
Sin embargo, de pronto, quizá a partir de la tercera semana, más o menos, un día notamos que tenemos compromisos y obligaciones al margen del instrumento y que ese día no hemos practicado. Y resulta que tampoco al día siguiente vamos a poder practicar porque tenemos la visita de unos amigos.
Y al otro día tampoco cogeremos la guitarra y con suerte al quinto día sacaremos unos minutos para coger la guitarra, pero nos desanimamos porque notamos que hemos retrocedido en nuestra practica, que no nos salen nada bien los ejercicios que antes nos salían tan bien, que todo va muy lento, que avanzas muy despacio, que la cosa no era tan sencilla y fácil como pensabas, que te desespera descifrar las notas del pentagrama porque todavía no te las sabes bien, y a todas estas dificultades de tener que estudiar y terminar los ejercicios antes de la siguiente clase con el profesor, le sumamos el desánimo que nos llena por no tener los resultados esperados. Con lo cual, comenzamos a entrar en una espiral descendente de agobio y pensamientos negativos.
Así que…
El resultado será: que no disfrutamos con la guitarra clásica…
Los primeros días de clase con la guitarra clásica es habitual que me pregunten:
—¿Tardaré mucho en aprender a tocar la guitarra? Y siempre respondo lo mismo:
—Depende del tiempo que le dediques a la practica, de la paciencia y perseverancia y disciplina que tengas, pero sobre todo de lo rápido que seas capaz de en poco tiempo de incluir esta practica regular con la guitarra en tu semana habitual.
Y es que esta es la clave del problema que estamos comentando en este artículo.
La dificultad está en que no nos hemos dado cuenta de que estamos incorporando una nueva actividad a nuestras vidas. Una actividad que tiene que competir con el trabajo, los estudios, los amigos, la familia, las compras, etc. Y no vemos el momento de incluir tiempo para la practica. Y además teníamos expectativas de lograr resultados en el tiempo que habíamos previsto y esto no funciona así, debes tener paciencia y adaptarte al ritmo que te pide el instrumento.
La solución existe
Si quieres progresar con la guitarra clásica en los primero días de practica, fija en tu agenda cuatro o cinco días de practica, no hace falta que sean muchos minutos, pero procura que sean siempre los mismos. Procura ser capaz de sacar tiempo para ello en medio de tus obligaciones. Si consigues hacerlo tan natural como cuando vas a por el pan o sacas el perro a pasear, que ya lo haces en modo automático, sin duda conseguirás el objetivo de incluir la practica con la guitarra clásica en tu día a día y todo fluirá sin problemas.
Además ten paciencia y practica la perseverancia y la disciplina. Sé constante, y confía en que superaras estos primeros momentos de parecer que no sabes hacer nada bien. Insiste.
Solo añadir que no te desesperes cuando veas que al principio esto no lo logras. No te agobies,ni tengas pensamientos negativos sobre ti y sobre tus capacidades. Si tiens muchas o si tienes pocas. Simplemente recuerda que esto le pasa a todos los principiantes y que tan solo necesitas tiempo para llegar a donde quieres y automatizar el incluir la practica con la guitarra clásica en tu agenda semanal.
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