Quizá te estés preguntando cuál es la mejor postura para sentarse con la guitarra clásica. Cuál es la mejor postura a adoptar con la guitarra clásica. Tal vez sufras dolores de espalda, molestias mientras tocas y estudias o después de tocar.
Si es así no te preocupes porque en este artículo voy a explicarte cuál es desde mi punto de vista la mejor manera de sentarnos con al guitarra, la mejor postura que podemos adoptar con la guitarra clásica para no sentir ningún tipo de molestia y acertar con la postura adecuada para interpretar nuestra música.
La comodidad del cuerpo es la manera natural de sentarse
Como tú bien sabes, los instrumentos musicales son algo totalmente ajeno a nuestro cuerpo, por lo que para no tener molestias debemos adaptarnos al instrumento de la manera más natural posible.
Es muy importante que permanezcas sentado con la espalda recta y los hombros rectos, en una silla de altura adecuada. Una vez conseguido esto, entonces levantarás el brazo derecho por encima de la guitarra y apoyarás el brazo (por donde se unen brazo y antebrazo) en el aro del instrumento.
No toques ni estudies nunca sentado encima de la cama o de un sofá. Si haces esto, el cuerpo permanecerá demasiado tiempo sentado en posturas antinaturales, se doblará, se encorvará y esto hará que la muñeca de tu mano izquierda adopte una postura forzada y te obligue a girarla demasiado creando mucha tensión también en ese punto.
Lo más importante que debes recordar
Si ya has hecho todo lo que hemos mencionado antes, ahora es momento de dedicar atención a lo más importante: debes mantener el mástil de tu guitarra adoptando un ángulo elevado, aproximadamente haciendo que coincida la pala de tu guitarra con tu hombro o con tu cara. Que estén en línea.
Esto que acabamos de saber es importantísimo y no es negociable.
Una vez te sientes en esta postura, procura fijarte y no tocar tampoco con el mástil demasiado elevado o demasiado horizontal ya que todo esto te creará también molestias, como decíamos antes, en la muñeca de la mano izquierda y por la postura adoptada, en las zonas cervical y lumbar.
Cómo conseguir en el mástil este ángulo correcto de manera natural
Para conseguir adoptar esta postura que te propongo, con el mástil elevado y la pala de la guitarra a la altura de tu hombro o de tu cara, debes recordar que a lo largo de la historia se han diseñado diferentes soportes que ayudan a mantener esta postura.
La postura tradicional que conocemos todos en la guitarra clásica para elevar el mástil de la guitarra es colocar una banqueta o reposapiés debajo del pie izquierdo para poder mantener elevada la pierna izquierda y conseguir este ángulo del que hablamos.
Esta postura está muy bien y a muchos guitarristas les funciona de maravilla. Pero no a todos…
Esto lo explico con detalle también en mi Curso online para Guitarra Clásica SARABANDE.
Diferentes guitarristas, diferentes soportes y soluciones
El problema de la banqueta y de la postura que se adopta con ella es que quizá no se adapte totalmente a ti y que termines con molestias en la espalda o zona cervical.
Esto es debido a que la espalda, cuando la pierna izquierda permanece elevada, para compensar estira de un músculo de la espalda contrario al de tu pierna levantada por lo que se está creando un importante tensión en esa zona.
Esa es la molestia que puede que sientas y que debes corregir.
Soportes para guitarra clásica y ayudas a la postura
Por eso, para evitar estas molestias y encontrar mejores soluciones para mantener el ángulo elevado del mástil de la guitarra, se han inventado nuevos soportes que nos ayudan a mejorar toda esta postura con la guitarra y que nos permiten adoptar una posición más natural con cuerpo y no tan forzada.
Tenemos el soporte Ergoplay o el soporte Guitarlift entre muchos otros, que son ayudan con el mismo propósito.
Estos soportes, una de las ventajas más importantes que tienen, es que nos permiten mantener los dos pies apoyados en el suelo, adoptando una postura más natural.
Conseguimos elevar el mástil en el ángulo adecuado pero no levantamos ninguna pierna ni creamos tensión en la espalda. Simplemente permanecemos sentados de la manera correcta y natural, con los dos pies apoyados perfectamente en el suelo.